viernes, 4 de septiembre de 2009
base quimicia de la herencia
3.1.1 La replicación del ADN.
3.1.2 La trascripción y la traducción del ADN.
3.2 Otras organizaciones y expresiones génicas.
3.2.1 El ADN mitocondrial.
3.2.2 El ADN adicional de las bacterias: los plásmidos.
En la actualidad, la biología molecular suministra un amplio caudal de conocimiento acerca de los genes. Tal conocimiento podrá incrementarse o, incluso, modificarse a la luz de investigaciones futuras. Pero hay una característica epistemológica que el concepto de gen ha conservado desde su nacimiento bajo la forma de factor hereditario en la teoría de Mendel: el término “gen” es un término teórico, que denota una entidad directamente observable; en la teoría genética cumple la función de referirse a la unidad de transmisión hereditaria. Pero, ¿qué es un gen?, ¿cuál es su sustrato material?.
La historia de la genética se desarrolló bajo la guía de estas preguntas, preguntas que sólo cobrarían sentido desde una interpretación realista del discurso científico. No se trataría meramente de “una manera de hablar” que no afecta la práctica de la ciencia; la convicción realista de biólogos de la talla de Mendel, Morgan, Crick y Watson fue lo que los condujo a dedicar todos sus esfuerzos científicos a descubrir la naturaleza y la estructura de esas entidades inobservables a las cuales nombra el término “gen.
El ADN nuclear.
Los cromosomas al igual que todas las partes de una célula viva, están compuestos por átomos ordenados en moléculas. Los primeros análisis químicos del material hereditario mostraron que el cromosoma eucariótico está formado por ácido desoxirribonucleico (ADN) y proteína, en cantidades aproximadamente iguales, y que cumple con los cuatro requisitos que le permiten desempeñar su función de responsable de la transmisión hereditaria:
1. lleva la información genética de célula madre a célula hija, y de generación en generación; además, esta información es transmitida en grandes cantidades.
2. contiene información para poder hacer una copia de sí mismo y la hace con gran precisión.
3. es químicamente estable y de este modo garantiza el “transporte” fidedigno de la información genética.
4. es capaz de mutar, de alterar los genes y copiar tales “errores” tan fielmente como el original, con ello garantiza la variación y la evolución genética de las especies.
Gráfico 1 Conformación de la doble cadena de ADN.
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